domingo, 1 de noviembre de 2015

MOSSTO BREWFOOD

  

Ha pasado mucha agua bajo el puente desde la última vez que escribí una reseña en el blog, y el tiempo no ha pasado en vano. En el intertanto, el trabajo cotidiano, los estudios y otros proyectos fueron absorbiendo la motivación necesaria que mueve a un aficionado a escribir en la red – sin retribución alguna – por el mero placer de informar y servir como referencia de otros apasionados de la cerveza y el mundo que gira en torno a ella.

Sin embargo, tres razones me han dado el aliciente para darle una nueva oportunidad e impulso a este proyecto:

1.- El “fanpage” de facebook sigue, al día de hoy, recibiendo “likes” a pesar de no tener actividad hace más de un año a la fecha.

2.- He recibido calurosos saludos y comentarios de visitantes extranjeros que han utilizado los “reviews” de “1deespuma2defrente” como guía para sus viajes a Chile, y

3.- Finalmente, conocí un lugar en Chile que puede ostentar con orgullo el título de “Brewfood”. Este concepto, y su respectiva experiencia, lo conocí y viví en el extranjero, sin pensar que llegaría algún día a mi propia tierra.

Es precisamente este último hito el que me sacudió de forma definitiva, al punto de obligarme a dedicar unas líneas a lo que este lugar ofrece.

Mossto Brewfood



En un comienzo me costó creer que un local en Chile se la jugara con este concepto, consistente en ofrecer una carta en que la cerveza no sólo es protagonista del listado de bebestibles, sino que también se toma, con propiedad, un justo espacio como ingrediente estelar de las más variadas y sibaritas preparaciones.

Tanta fue mi incredulidad que, antes de sentarme a escribir esta reseña, hice un trabajo hasta el momento inédito: visité el local a los menos unas cinco veces, durante un periodo de aproximadamente 6 meses, paseándome intencionalmente por el menú y poniendo a prueba cada una de las categorías ofrecidas. Pues bien, ¿cuál fue el resultado de estas visitas? Aparte de hacerme recuperar la fe en la humanidad, este review intenta resolver la pregunta. Acá vamos.

Cervezas. Como las visitas se extendieron durante un lapso importante, evidentemente las opciones disponibles en schop fueron variadas. Si bien los estilos rotan constantemente – lo cual se agradece si la calidad del producto es óptima y se condice con las condiciones climáticas de cada época – es posible inferir que los chicos de Mossto se aseguran con salidas de las cervecerías nacionales Kross, Tübinger, KAF, y Zigurat, a las que suman un par de salidas de Anderson Valley (USA) y eventualmente una salida de cerveza Belga (Kasteel u otra importada por Pacific Investments), disponiendo de 8 canillas en total.
¿Qué se puede decir de ellas? Nunca un producto contaminado o en mal estado, siempre cerveza fresca y a la temperatura adecuada. Punto para Mossto.


Por su parte, las botellas no se quedan atrás. Si bien debo confesarme como un detractor del consumo de botellas en bares (tema que es harina de otro costal y da para otro hilo de comentarios), la oferta  de éstas es variada y granada, tanto en estilos como en marcas. Destacan tanto las cervezas norteamericanas, importadas por Beervana (Anderson Valley, Ballast Point), como las belgas (Kasteel, La Chouffe, Duvel, Maredsous y Rochefort).

Ambiente. Enclavado en medio del “Barrio Italia”, este emprendimiento se la jugó recuperando una vieja casona del sector, aprovechando su estructura de largo y profundo pasillo central. Así las cosas, Mossto Brewfood se presenta como una gran nave central de dos niveles, además de dos ambientes en una tercera altura (los que nunca he visto en uso, pero de seguro hay planes interesantes para ellos). A ello, agrega una agradable y relativamente amplia terraza. Al fondo del local, algo relegada y en segundo o tercer plano, aparece una sombría y larga barra para albergar a sus parroquianos. Me parece que la disposición e importancia que se le dio a la barra es discutible (en un bar donde la cerveza es la vedette uno esperaría más protagonismo), pero al parecer desde un punto de vista técnico – logístico funciona bien allí.


En lo que respecta a decoración, sin duda resalta en el sector de mesas un enorme mural que emula una suerte de mundo de fantasía cervecero, donde los dos actores principales son los dos socios fundadores del local, lo que fueron reproducidos casi al detalle y a pulso con un delgado pincel.

El mobiliario se reparte entre, por una parte, mesas y sillas bajas para cuatro personas y, de otra, mesas y sillas altas para dos personas, todas en madera y con un aire rústico.

Comida. Da gusto ver cuando las cosas se hacen en serio, con pasión, cariño, técnica, consistencia y aplomo. Todo eso es lo que ofrece la carta de Mossto Brewfood. Las preparaciones encuentran una mise en scène impecable, propia de restaurante de mantel largo, pero con el inédito plus del enfoque cervecero.

Desde entremeses o picoteos aparentemente simples (tales como fondues, crudos de res, tataki de salmón o hummus de garbanzo), hasta sofisticados postres de compleja factura (como Birramisú / Tiramisú o Mi-cuit au chocolat / volcán de chocolate), pasando por una variada carta de sandwichs (donde recomiendo el MosstLomo Saltado) e increíbles platos de fondo de autor (garrón de cordero, salmón a la plancha o plateada, con guarniciones de mote cremoso, gajos de papas rústicas o un puré), la propuesta del local es potente: la cerveza no es sólo un acompañamiento de comida chatarra. Ella ofrece miles de posibilidades y combinaciones, ya sea viniendo desde una copa o botella, o bien, proviniendo desde el mismísimo plato, como ingrediente.


¿Con ganas de abrir el apetito? Fondue y Hummus al rescate.


Tataki de salmón para acompañar una ligera saison.


Garrón de cordero con gajos de papas rústicas al horno. Exigen una buena stout tirada para elevar sus sabores al máximo.


Salmón a la plancha acompañado de una sabrosa y contundente guarnición de cremoso de mote. Si tiene una pilsener o saison a la mano, son las opciones de maridaje.


Mi-cuit au chocolat (o volcán de chocolate), en su punto, dando cuenta de la frescura de la preparación. Si hay alguna imperial stout disponible en schop, no dude en maridar.


Un birramisú al estilo Mossto, que igualmente pide a gritos una buena stout para realzar sus sabores y texturas.


Como ayuda en este largo y asombroso proceso de prueba de aromas, sabores y mezclas, la carta de Mossto Brewfood nos sugiere el maridaje cervecero de cada preparación, haciendo de cada bocado una verdadera experiencia.

Tal vez la propuesta de Mossto Brewfood no ha sido del todo asimilada por los consumidores en general – incluso me atrevería a decir que tampoco ha sido asimilada del todo por lo propios amantes de la cerveza – pero sin duda es una idea que merece la oportunidad de ser vivida.

Calidad de servicio. El personal sabe lo que ofrece y sabe como ofertarlo, siempre con un trato cordial y dispuesto a resolver dudas, proporcionar muestras de cervezas, o bien dar solución a eventuales problemas que puedan suscitarse.

No obstante, debe hacerse un alcance. Dada la complejidad de algunas preparaciones, o su necesidad de ser ejecutadas en el minuto debido a su naturaleza, los tiempos de espera pueden verse alterados respecto a una comanda común y corriente. Ahora bien, si usted está dispuesto a vivir la experiencia que ofrece Mossto Brewfood, el mejor y más sabio consejo que puedo dar es: “Quien sabe comer, sabe esperar”. Y para la necesaria espera ¿qué mejor que un schop de aperitivo?

Baños. Por más que he pensado sacar este ítem de las evaluaciones, cada vez que alguien me pregunta sobre el blog y su eventual regreso, inevitablemente me comenta sobre el apartado de los baños. De esta suerte, me veo en una especie de obligación moral de informar el funcionamiento y estado sanitario de cada local, haciendo las veces de “SEREMI cervecero”. Bien contertulios, cumplo con informar que los toilettes de Mossto Brewfood funcionan y lucen a la perfección; tanto es así que, si me apuran, creo que andan mejor que los de mi propio departamento. Siendo así, vaya con confianza, no encontrará ninguna sorpresa desagradable.

Ubicación y locomoción. Mossto Brewfood está inserto en el corazón del “Barrio Italia”, específicamente en Av. Condell Nº 1460, entre Av. Santa Isabel y calle Caupolicán. A escasas cuadras se encuentra la estación de metro Santa Isabel, como también se puede probar suerte con la locomoción colectiva que pasa por Av. Santa Isabel o incluso, si se camina un poco más, se puede tomar locomoción en Av. Salvador o Av. Rancagua, dependiendo el destino.

Palabras al cierre. La oferta cervecera ha cambiado bastante desde que escribí la primera reseña de bares cerveceros, por allá en el mes de diciembre de 2013, y el cambio ha sido sin duda, y afortunadamente, para bien. El hecho de contar con el primer “Brewfood” nacional es un claro indicador de ello, y los chicos de Mossto saben cumplir bien la tarea de ser la punta de lanza del concepto.

Tras las variadas visitas que hice al local durante estos meses – las que sin duda seguiré haciendo – no me queda más que repetir el gesto que tuve el sábado pasado al salir del local y pasar por la sala de cocina (la que como prueba de blancura puede verse a través de los vidrios de una puerta): Un aplauso cerrado de agradecimiento por la osadía, el atrevimiento y la puesta en escena digna de mantel largo que se ofrece en cada bocado.