miércoles, 29 de enero de 2014

CARAMAGNOLA: BIKE & BEER

En esta ocasión es el turno de uno de los locales ancla del denominado "Barrio Bilbao", y que ha sabido sobrevivir a cuanta junta de vecinos octogenaria y burocracias municipales se le han puesto por delante: Caramagnola: Bike & Beer.

1. Variedad de cervezas (3,5/5): De un tiempo a esta parte en Caramagnola se ha trabajado en base a dos marcas de cerveza artesanal en barril: Kross y Rothhammer. A ellas, se suma la industrial belga (licenciada) Stella Artois. Sin embargo, hace algunos meses, se ha sumado una salida para la cervecería artesanal nacional Soma, que suele aparecer con barriles de Pale Ale o Brown Ale.

En la última visita se ofrecía Rothhammer (Special Blonde); Soma (Brown Ale); Kross (en sus variedades Stout, Maibock y Cinco) y Stella Artois.





2. Precios de las cervezas (*) (4/5): Sin ser una ganga, resultan razonables y concordantes con lo ofrecido, promediando los $2.200 por un schop de 500 cc. Por su parte las cervezas "top de linea" presentan precios más altos, como la Kross 5 que se eleva por los $2.600, y las Rothhammer (Brutal Hops y Cosmos) que se empinan por los $2.700.



(*) Los precios expresados acá son los vigentes al día de la visita. Constituyen simplemente un valor referencial, esencialmente modificable por el vendedor.


3. Carta de comidas (4/5): La especialidad de la casa son las pizzas a la piedra. Su carta, los condimentos en la mesa y el aroma de sus pasillos son el primer indicio de ello.


En este sentido, Caramagnola no defrauda con sus 28 tipos de pizzas, las que sorprenden con una selecta variedad de ingredientes "gourmet" frescos, que forman parte de cuidadas presentaciones.

Adicionalmente se ofrecen algunos snacks tales como machas a la parmesana, palitos de mozzarella (mozzarella sticks) o camarones al pil pil, los que terminan siendo opacados por sus precios relativamente altos y por la propia oferta de pizzas con su buena relación precio-calidad.

4. Calidad de servicio (3/5): Es lo más parecido a una ruleta rusa. Si se anda de suerte, la atención es apropiada: se pueden pedir muestras de cervezas y las traen a la mesa de buena gana en una cantidad decente para degustar, las pizzas se demoran relativamente poco en salir y siempre hay algún mesero deambulando por los pasillos a quien puedes llamar para hacer un pedido o anotar la cuenta.
Ahora bien, si uno se topa con un mesero en un mal día... a preparase para pasar un mal rato y a asumir que toda la culpa es del cliente.
Creo que en mis años de visitas a este local he reunido más experiencias de este segundo tipo que las deseadas (en estricto rigor... ¿alguien las desea?), pero baste un ejemplo de una de mis últimas visitas para ilustrar.
En una ocasión tuve que esperar largos minutos sin recibir atención, algo extraño considerando que el local estaba más vacío que lleno. Dada la inexplicable espera, me acerqué a la barra para hacer mi pedido. Hecho el pedido y pasados varios minutos, me pareció raro que la pizza que había pedido terminó siendo servida en la mesa del lado, a una pareja que había llegado y realizado su pedido por lo menos 8 o 10 minutos después.
Al explicar la situación a los dependientes, sólo se limitaron a decir que "su pizza ya viene", y a increpar con tono corrector a mi acompañante, aduciendo que el pedido había sido hace 12 minutos y no 20 como ella había dicho cuando expuso el impasse...
En suma, así como a Nico Massú nadie le enseñó la palabra "imposible"; los meseros y administradores de turno de Caramagnola, en aquellos días en que se levantan con el pie izquierdo, no tienen en su léxico la palabra "disculpa".

5. Ambiente (espacios, distribución, música, decoración y estilo) (4/5): Una casa de dos pisos, donde una terraza de aires playeros se transforma en la vedette, con sus mesas de madera y los vistosos quitasoles amarillos de Cervecería Kross.


Respecto al equipamiento Kross, se destaca que han ido renovando las antiguas, y casi míticas, mesas de madera por mesas verdes y sillas negras plásticas (no por ello menos robustas) con endebles logos de Kross (que al poco andar ya han ido desapareciendo). Las bases de las nuevas mesas sólo constan de un pilar central, lo que deja atrás algunas incomodidades que las patas plegables de las antiguas mesas provocaban. Se anotan un punto en diseño y comodidad los creadores.


De fondo se acostumbra sintonizar alguna estación de radio. En algún momento fue la extinta Radio Horizonte (103.3 FM), con su parrilla hipster. Luego de la desaparición de esta emisora, algunas veces se sintonizaba la Radio Concierto, que perfectamente podría ser la banda sonora de la recientemente terminada serie "Los 80´s", sin perjuicio que a veces, tal y como aconteció en la última visita, hay música envasada preseleccionada (recuerdo haber escuchado a Fatboy Slim y a la reciente visita Beck).

En cuanto a la decoración y estilo, las bicicletas se toman el lugar. Desde marcos de bicicletas colgando en las murallas hasta grandes cuadros con imágenes ciclísticas que le dan carácter al local.




En este punto, cabe mencionar la iniciativa pro-cicletera de Caramagnola: quienes lleguen en bicicleta al local, que tiene un gran bicicletero en su entrada para tal efecto, obtienen un 10% de descuento (sólo por consumo personal... lo que me hace recordar otro incidente en el lugar...).


Asimismo, siguiendo en la dinámica de las promociones y descuentos, de lunes a viernes, desde las 16:00 hasta las 19:00 horas Caramagnola se la juega con su "Happy hour": 20% de descuento en comidas y schop (no incluye pitchers).


6. Baños (2,5/5): Esta impresión corresponde exclusivamente a los baños ubicados en el primer piso.

Hombres: Un espacio muy reducido, donde calzan matemáticamente un lavamanos, un secador de manos eléctrico (posado sobre el lavamanos), un urinario individual y un sanitario. Luce desaseado, con evidencias de funcionamiento defectuoso de sus servicios (posas de jabón, agua y probablemente algún otro líquido).

Mujeres: @casava_ señala que el baño es pequeño, aseado, con papel higiénico, jabón escaso y con un secador de mano. Agrega que sobre el W.C. hay unas fragantes tiritas, lo que hace más amigable el lugar.

7. Ubicación y locomoción (3,5/5): Ubicado en Avenida Francisco Bilbao 4471, en el que fuera conocido como el "Barrio Bilbao", lugar donde emergieron hace algunos años varios bares cerveceros (a lo menos unos cinco, tal vez seis), de los cuales sólo sobreviven tres o cuatro.

La locomoción es básicamente mediante los recorridos 501 y 504 de transantiago, que pasan por Avenida Francisco Bilbao y dejan al pasajero justo al frente del Jumbo Bilbao.
Sin perjuicio de lo anterior, la estación de metro Francisco Bilbao queda a unas tres o cuatro cuadras largas del lugar.


Ver mapa más grande

8. Lo recomendado y/o imperdible del lugar: En Caramagnola la atención puede fallar, las cervezas pueden estar algo desvanecidas o mal conservadas, puede ser que no encuentres una mesa para instalarte... pero las pizzas nunca, pero nunca, van a fallar ni defraudar.

Si hay un motivo por el cual vuelvo, a pesar de todo, a este lugar es por su majestuosa pizza rutera: jamón serrano, ricota y albahaca fresca.


Una verdadera delicatessen, que va muy bien con una Kross Maibock, o una cinco como esta...




9. Nota final (24,5/35 - 3,5/5): Con altos y bajos, Caramagnola sigue siendo una buena opción para pasar una calurosa tarde de verano con los amigos o en pareja, con precios dentro de rangos razonables (tanto más si se aprovecha el Happy Hour, a real deal...) y con pizzas que siempre están a la altura.

En cuanto a los números y filtrando con la escala propuesta, marca 24,5 puntos de 35 posibles, promediando un 3,5 sobre 5.

lunes, 20 de enero de 2014

BARBUDO BEER GARDEN

Ya de vuelta a la capital, y procurando capear el intenso calor que caracteriza esta estación del año, he llegado junto a @casava_ a una suerte de oasis cervecero en el mero corazón de la comuna de Ñuñoa: Barbudo Beer Garden. Los dejo con nuestras impresiones.




1. Variedad de cervezas (5/5): Hasta donde me ha tocado conocer, este espacio es el que ofrece la mayor diversidad de cervezas frescas en formato schop. Barbudo Beer Garden se ufana de tener 15 salidas de cerveza regada, y de momento gran parte de la promesa se cumple. El día de la visita, la oferta expuesta por el mesero fue la siguiente:

Nacional:

- Loom Tyson Stout.
- Quimera Imperial Stout.
- Spoh IPA,
- Kross Maibock.
- Tübinger Red Ale.
Tübinger Tübinator.
- Granizo IRA.
- Rothhammer Politik Kills.

Internacional:

- Anderson Valley Hop Ottin´ IPA.
- Aderson Valley Barney Flats Otameal Stout.
- Delirium Tremens.
- Gulden Draak.
- Adnams Red Ale.




SI bien la oferta de schop es variada en marcas y estilos, Barbudo Beer Garden no se detiene ahí. También dispone de múltiples cervezas embotelladas, donde se encuentran alternativas tanto nacionales como extranjeras, destacando especialmente algunas variedades de la danesa Mikkeller, y las artesanales mexicanas Calavera.



2. Precios de las cervezas (*) (4,5/5): En cuanto a los precios, tienden a ser un poco más elevados que el promedio. Sin embargo, siempre este local ofrece alguna promoción de "2 schop por...", ya sea de cerveza nacional o internacional, lo que acerca de buena forma la calidad y variedad de cervezas al consumidor.
En esta visita, la cerveza Quimera Imperial Stout era ofrecida a 2 por $3.000; en tanto que la Loom Tyson Stout a 2 por $5.000.

(*) Los precios expresados acá son los vigentes al día de la visita. Constituyen simplemente un valor referencial, esencialmente modificable por el vendedor.

3. Carta de comidas (4/5): Bastante variada, con sabores marcados y agresivos, innegablemente de raigambre azteca (en concordancia con la nacionalidad de su dueño, o al menos en apariencia, el socio principal), donde surgen como protagonistas el picante y el salado, en el contexto de correctas presentaciones.
Dentro de la carta se pueden encontrar, grosso modo, picadillos (básicamente preparaciones tipo burrito mexicano, con variados rellenos); tablas (marinera, de quesos y embutidos); pizzas (de carne, mariscos, vegetales y una con predominio de ají: la mexicana... era que no); sandwiches y cebiches.

4. Calidad de servicio (4,5/5): En general buena y, en ocasiones, con presencia y atención directa de su propio dueño. Los meseros progresivamente han recibido instrucción en cuanto a las cervezas que venden y siempre están dispuestos a dar muestras a los clientes para escoger informadamente el schop de turno, incluso ofreciendo más de una degustación de propia iniciativa, sin ser requeridos por el parroquiano.
Cabe destacar, como punto a favor, que los tiempos de espera que se producen luego de pedir comida se han reducido significativamente, sobre todo en lo que respecta a sus pizzas. Durante las primeras semanas de funcionamiento de Barbudo Beer Garden la demora llevaba a los dependientes a brindar cortesías para hacer más amena la larga espera, lo cual igualmente es bien valorado y demuestra preocupación.

5. Ambiente (espacios, distribución, música, decoración y estilo) (3/5): Es un lugar amplio, que cuenta con un edificio principal de dos pisos, y dos terrazas, una pequeña a la entrada y una más extensa en la parte posterior.
En cuanto al edificio mismo, luce moderno, cómodo y amplio. La estructura del primer piso está compuesta por una barra principal y dos largos pasillos que la rodean, siendo uno de esos pasillos una suerte de gran living, decorado con sillones, puffs y sillas altas para arrimarse a la barra. El otro pasillo, por su parte, alberga el núcleo del lugar, la barra con 15 salidas de cerveza en barril.




En el segundo piso se encuentran los baños, a los que ya dedicaré algunas palabras, además de disponer de algunas mesas, sillas y puffs.
Si se habla del segundo piso, no se puede soslayar la forma de llegar a éste: la escalera. Destaca negativamente la presencia de dos peligrosos "eventos": un escalón "mordido" con menor superficie de apoyo que los demás, y otro hundido, dejando un verdadero agujero que promete y amenaza con ser fuente de accidentes, sobre todo de aquellos cerveceros que gustan de las strong ale y las barley wine.

En relación a las terrazas, sin duda el atractivo en esta época es la trasera, de gran tamaño y con varias mesas, las que generalmente están destinadas para grupos de 4, 6 o más personas. Decoran el espacio llamativas luces protegidas por pantallas redondas de papel blanco.




En cuanto a la música, ronda un hálito de desconcierto. En un comienzo el local destacó por reproducir música que parecía sacada del cartel de Lollapalloza, lo que en cierta medida tenía un correlato con el entorno y decoración (y que le costó ser calificado por más de un contertulio como un "Bar hipster"). Hoy por hoy se escuchan variadas - y erráticas si se me permite - reproducciones, donde conviven en forma asistemática la salsa, el ska, el rock metal (?) y la electrónica. Esto, a mi juicio, le ha restado identidad al local, desconociéndose que es lo que se pretender proyectar como imagen. A pesar de lo anterior, se agradece que el volumen de la música resulta adecuado, incluso si se tiene la mala fortuna de quedar instalado cerca de un parlante.

6. Baños (3/5): Como ya es costumbre de este espacio, y gracias a la gentil colaboración de @casava_, hay comentarios tanto para el baño de hombres como para el de mujeres.

Hombres: Amplio y con distribución adecuada. Impresiona desaseado, con posas y manchas de agua en el piso. Hay dos urinarios y dos sanitarios, estos últimos cuentan con confort y agua. En relación a los inodoros, sólo una caseta tiene su cierre funcionando, en tanto que la otra tiene roto el pestillo.
El baño cuenta con jabón, toalla nova y dos lavamanos, de los cuales sólo funciona uno, Finalmente un par de "danzarinas" húmedas en los lavamanos y un par de basureros desestibados rematan el cuadro.

Mujeres: En una primera impresión luce amplio, limpio y ordenado. Cuenta con dos inodoros, ambos con sus pestillos malos. La cadena del W.C. no funciona y no hay papel higiénico. De los tres lavamanos disponibles, sólo uno funciona. Hay jabón y toalla nova.
El baño cuenta con un área de espera, con un puff y un espejo, que podría servir para mirarse o retocar el maquillaje o peinado, pero resulta fútil dada la poca luz del lugar.

7. Ubicación y locomoción (4,5/5): El local está ubicado en Jorge Washington #176, en plena plaza ñuñoa, un barrio "bohemio" por antonomasia, donde la oferta gastronómica y cultural resulta bastante nutrida y casi para todo gusto.
La locomoción colectiva por avenida Irarrázaval es variada (algunos recorridos de transantiago que pasan por el lugar: 227, 403, 505, 513, 514, D03). De momento no hay ninguna estación de metro en las cercanías, lo que le resta algunos puntos, más si se considera que, gracias al nefasto plan de transporte capitalino, el metro es la única referencia cierta para desplazarse por Santiago.

8. Lo recomendado y/o imperdible del lugar: Si se quiere sacar el máximo provecho al presupuesto sin sacrificar calidad, mi recomendación es ir por una pizza (en cualquiera de sus variedades, pero especialmente la vegetariana o la carnicera) y una promoción de schop nacionales (que fluctúan entre los $3.000 y $5.000 dependiendo de la marca y variedad).



De otra parte, si predomina la intención de darse un gusto sin escatimar en recursos, resulta un imperdible la tabla de quesos acompañando un schop importado (dependiendo de la disponibilidad y gusto de los comensales).






9. Nota final (28,5/35 - 4/5): Un espacio con gran potencial, donde la reina absoluta e indiscutida es la cerveza fresca de barril, en todos sus estilos imaginables y de diversas latitudes. Lamentablemente da una impresión de descuido en lo que respecta al ambiente y los servicios complementarios, lo que de mejorarse podría perfectamente dar como resultado el mejor local cervecero del país.
Sumando valores, la calificación es de 28,5 puntos de 35 posibles. Promediando y aproximando los valores considerados, la evaluación es de 4 sobre 5.

lunes, 6 de enero de 2014

EL IRLANDÉS

Siguiendo con la búsqueda de buena cerveza y su sagrado servicio en la ciudad de Valparaíso, dí con un lugar largamente recomendado por los conocedores del rubro y amantes de la cebada y el lúpulo: "El Irlandés". A continuación les dejo las impresiones de la visita.



1. Variedad de cervezas (5/5): Cuando se llega al lugar lo primero que enfrenta el comensal es un grueso libro con tapas de ecocuero, con el aspecto exterior de una carta de restaurante de comida china.
La sorpresa comienza cuando, al abrirlo, aparecen páginas y páginas de tarjetitas, una alineada junto a otra, las que dan cuenta de la gran variedad de cervezas en botella (nacionales e importadas) que pueden encontrarse en el bar. Cada una de estas tarjetitas señala el país de origen de la cerveza, su estilo y graduación alcohólica. Además, estos artefactos nos muestran una pequeña imagen de la etiqueta de las botellas, como también proporcionan una descripción, breve pero concisa, de lo que se puede esperar de cada bebida.
Sólo como referencia, y sin afán de ser 100% exhaustivo, en la sección nacional del nutrido catálogo se pueden encontrar las siguientes marcas: Del Puerto, Ruberg, Granizo, Kross, Rothhammer y Szot.
Por su parte, la sección internacional ofrece cervezas alemanas (Erdinger); belgas (Rochefort, Delirium Tremens, Maredsous, Saint Martin, St. Bernardus, Gulden Draak, Bruegel, Karmeliet, La Chouffe, Duvel, Kwak, Augustijn y Lieffmans); danesas (las premiadas Mikkeller en más de 20 variedades, si ¡más de 20!, To Øl, Beer here y Amager); y norteamericanas (Weyerbacher, Dark horse y Rogue... nuevamente, y aunque parezca increíble ¡en más de 20 tipos!).
Las salidas de schop, en tanto, son ocupadas por barriles de la cervecería nacional Kross de Curacaví, en una rotación de sus clásicas variedades. El día de la visita se encontraban "pinchadas" la Kross 5, Kross Golden Ale y Kross Stout. La cuarta salida de cerveza fresca estaba reservada para una sorpresa, a la que ya dedicaré unas palabras sobre el final.

El variopinto espectáculo que ofrecen los refrigeradores de "El Irlandés" .

2. Precios de las cervezas(*) (3/5): Los valores son tan diversos como la carta de cervezas. Hay opciones nacionales desde los $2.400, como también algunas exclusividades importadas que se elevan hasta los $12.800; pasando por el variado abanico de precios intermedios.
Se puede pensar que los precios son irrisorios e impagables, pero debe tenerse en cuenta que algunas cervezas que acá se venden a precio alto son costosas y exclusivas ya en sus países de origen, a lo que debe sumarse los valores de importación y, era que no, el valor agregado que entrega el local. Hay una larga cadena de intermediación que, claramente, no es gratuita, pero que puede reducirse en cierta medida. Ya gastaré un par de renglones en esto último.

(*) Los precios expresados acá son los vigentes al día de la visita. Constituyen simplemente un valor referencial, esencialmente modificable por el vendedor.

3. Carta de comidas (2,5/5): Sin mayor pretensión, honesta y directa. Este local está pensado para que la gran protagonista sea la cerveza, por lo que la comida pasa a un segundo o tercer plano. Entre lo que se puede encontrar destacan hamburguesas, quesadillas, snacks (con base de "doritos") y una sencilla pero funcional tabla de quesos (tres tipos de queso, palmitos, aceitunas y salchichas picadas), la que resultó ser la elección de la tarde - noche.

4. Calidad de Servicio (5/5): Atención adecuada y preocupada en la satisfacción del cliente. Los dependientes se dan el trabajo de orientar al parroquiano en el mar de cervezas que ofrecen, como verdaderos faros en medio del océano. Asimismo, los meseros logran resolver dudas técnicas de mediana complejidad de forma acertada y amable, exhibiendo los productos que ofrecen y proponiendo lo que más se acerque a los gustos e inquietudes del consumidor, demostrando preparación y pasión por su trabajo.

5. Ambiente (espacios, distribución música, decoración y estilo) (4,5/5): El nombre y la enorme bandera que flamea en la entrada del bar, ya adelantan lo que encontraremos al traspasar el umbral de la puerta: un trocito de Irlanda encallado en el puerto de Valparaíso.
Se trata de una nave amplia, con dos niveles, que tiene a una larga barra de madera noble con sus respectivos pisos de aspecto rústico como protagonista estelar, secundada de variadas mesas en el mismo material, rodeadas de sillas (que a mi juicio desentonan con el concepto y estética del bar), poltronas o incluso sillones de dos o tres cuerpos según el caso.
El lugar da una sensación nocturna, incluso cuando se entra de día, primando un ambiente algo lúgubre, pero que logra dar una sensación hogareña con sus velas montadas en improvisadas botellas - candelabro.
En cuanto a la música, lo que se escucha son esencialmente singles anglo, ya sea de estilo rock o pop. El volumen resulta adecuado e invita a mantener una conversación.
Como "bonus track" resulta importante destacar que, de vez en cuando, hay músicos tocando en vivo. Sin ir más lejos, el día de la visita se presentó un trompetista cubano, que interpretó algunos temas populares arreglados para este instrumento.
En síntesis, cada detalle de la decoración procura reproducir lo que se podría encontrar en una cantina de Dublín, pero teniendo la deferencia de recordar y reconocer que se está en la costa chilena.



Vista del primer piso del Bar.

6. Baños (3,5/5): En el caso del baño de hombres, el espacio impresiona como reducido, tomando en cuenta las dimensiones del lugar y el potencial número de clientes que puede tener. Al entrar la luz se enciende automáticamente, dejando a la vista 2 urinarios y 2 sanitarios con un aseo adecuado. Hay tres tipos de jabón disponibles (me imagino que ya sabrán cuales son colores de cada uno) y papel higiénico. La ubicación del lavamanos no es muy afortunada, ya que queda justo al frente de la puerta, con un estrecho espacio que se disputa entre quien abre la puerta y quien ocupa el lavamanos. Me resulta Imposible olvidar ese detalle, máxime cuando recibí un portazo en la espalda de parte de un contertulio.
La enviada especial @casava_ reporta que el baño de mujeres se encuentra exclusivamente en el segundo piso (desventaja que no sufren los varones que tienen el baño en el primer piso), tiene un tamaño adecuado e, igualmente, cuenta con un sistema de encendido de luz automático. Hay dos sanitarios con sus respectivas casetas, pero con papel higiénico fuera las mismas, lo que puede resultar una incomodidad. En este caso hay toalla nova y dos tipos de jabón. En cuanto al aseo, reporta la presencia de papeles sucios en el suelo, lo cual se desconoce si es circunstancial o habitual.
Respecto a esto último, y en defensa del local y sus trabajadores, debo decir que los dependientes (al menos el día de la visita) eran exclusivamente hombres, por lo que difícilmente podrían fiscalizar y mantener la limpieza del baño de mujeres sin prestarse la circunstancia para algún mal entendido.

7. Ubicación y locomoción (5/5): El bar se encuentra ubicado en la calle Blanco #1279, cercana al borde costero de Valparaíso. Hay locomoción colectiva por la Avenida Brasil (continuación de Blanco), con la conocida tarifa de $250. Si tiene se tiene una noción de la ubicación del bar visitado anteriormente (Casa Cervecera Altamira), basta con decir que está ubicado relativamente cerca (apenas a un par de cuadras de la Plaza Anibal Pinto), por lo que incluso la variada locomoción que pasa por Av. Condell puede resultar útil.
Es bastante sencillo llegar y reconocer el lugar a la distancia, incluso para alguien que nunca ha estado en Valparaíso como fue mi caso.

8. Lo recomendado y/o imperdible del local: Cuando se habló de las cervezas en schop, quedó algo pendiente. Bien, se trata de una salida que, al día de la visita, tenía como exclusividad un barril pinchado con la portentosa Mikkeller Black: una cerveza danesa del tipo imperial stout, con una graduación alcohólica de 17,5° (si, tal cual, no hay error de digitación), de la cual se produjeron 500 barriles a nivel mundial, y sólo uno de ellos llegó a Chile.
Es una cerveza robusta, de intenso e impenetrable tono negro, con una rica y persistente espuma beige. Es una cerveza innegable y predominantemente alcohólica, pero que a pesar de su graduación muestra un balance y proporción en su receta que la hace agradable de tomar. Por lo mismo el alcohol, si bien domina, permite percibir notas a café, cacao e incluso algo de vainilla, las que persisten en un largo y agradable retrogusto. En definitiva la Mikkeller Black resulta un verdadero "bajativo" cervecero, para degustar y disfrutar lentamente, sorbo a sorbo.


La copa de la foto claramente no es de Mikkeller, sino que es de Augustijn. Este es el formato en que se vende esta cerveza en "El Irlandés", 330 cc por $4.900 (nuevamente, valor referencial al día de la visita, el que puede ser modificado por el vendedor y no le resulta vinculante).

Otro punto había quedado pendiente, y es tiempo de tocarlo. Se habló anteriormente de lo oneroso que resultan las exclusividades cerveceras que ofrece este bar, pero ¿hay alguna forma de aterrizar esos precios?
Al respecto "El Irlandés" brinda un servicio de venta de cerveza importada denominado Gallaghers Beer World, donde ofrece gran parte de su carta a precios más accesibles.
Para hacerse una idea de los precios, Gallaghers Beer World puso a disposición de sus seguidores como oferta de fin de año el siguiente six pack de botellas de 330 cc:

1.- Mexas Ranger de Mikkeller (premiada como la mejor cerveza del mercado nacional en la "Guía de la Cerveza 2014", de Pascual Ibañez).
2.- Crooked Moon Tatoo de Mikkeller.
3.- 19 de Mikkeller (cerveza con 19 tipos de lúpulos).

4.- Monk´s Elixir de Mikkeller.

5.- Belgian Tripel de Mikkeller.

6.- Reparationsbajer de To Øl.



El valor de las 6 era de $12.900 (en resumidas cuentas, $2.150 por botella, sin duda un excelente precio para la calidad y variedad ofrecida). Para mayor información y para ver nuevas ofertas, no duden en visitar http://www.gallaghers.cl/

9. Nota final (28,5/35 - 4/5): Cuando uno entra a "El Irlandés" sabe y siente que está en presencia de un verdadero neoclásico del puerto. Si bien hay elementos que forman parte de esta evaluación que podrían ser mejorados, no puedo dejar de recomendar este bar como una verdadera parada obligada en el circuito cervecero nacional, un peregrinaje que todo amante de la cerveza, que se precie de tal, debe hacer al menos una vez en la vida. La variedad, calidad y, en gran medida, exclusividad de cervezas que ofrece este emporio son prácticamente inigualables.
Cerrando el comentario y volviendo a los fríos números, concluye este informe con una calificación final de 28,5 sobre 35. Promediando y aproximando, sería un 4 de 5.